Se presenta en los niños más pequeños con el clásico cuadro de malabsorción, caracterizado por diarrea crónica con esteatorrea (aumento de la pérdida de grasa fecal), irritabilidad, anorexia, pérdida de peso y distensión abdominal, desarrollando con el tiempo un «hábito celíaco» con panículo adiposo escaso, masas musculares pobres, piel pálida y seca, cabellos ralos, glúteos aplanados, signos carenciales múltiples y apatía.[/Sintomática]
[Oligosintomática o monosintomática]Aparece en los niños mayores con signos o síntomas digestivos aislados, con un solo síntoma (estreñimiento, dolor abdominal o anorexia) o sólo con signos o síntomas extradigestivos (dermatitis herpetiforme- también llamada enfermedad celíaca de la piel-, hipoplasia del esmalte dentario, retraso de talla, anemia, pubertad tardía, trastornos neurológicos -como cefaleas-, epilepsia con calcificaciones occipitales, miopatías, neuropatías, ataxia, etc., o aparición brusca de edemas coincidiendo con una causa precipitante generalmente infecciosa)
Aparece en los niños mayores con signos o síntomas digestivos aislados, con un solo síntoma (estreñimiento, dolor abdominal o anorexia) o sólo con signos o síntomas extradigestivos (dermatitis herpetiforme- también llamada enfermedad celíaca de la piel-, hipoplasia del esmalte dentario, retraso de talla, anemia, pubertad tardía, trastornos neurológicos -como cefaleas-, epilepsia con calcificaciones occipitales, miopatías, neuropatías, ataxia, etc., o aparición brusca de edemas coincidiendo con una causa precipitante generalmente infecciosa).
Silente: se da con ausencia total de síntomas clínicos. Se llega al diagnóstico a través del estudio familiar practicado en padres y hermanos de celíacos (no olvidar que es una condición genética). Se basa en un atento seguimiento clínico con determinación de anticuerpos antigliadina, antiendomisio y/o antitransglutaminasa, incluyendo la biopsia intestinal, cuando fuese necesario (viraje de anticuerpos).
En un estudio realizado en un grupo de 639 hermanos fue necesario realizar biopsias a 146 personas, debido a la presencia de anticuerpos positivos. De todos ellos 58 individuos fueron diagnosticados como enfermos celíacos (32 sintomáticos y 26 silentes). La prevalencia familiar fue del 9 %.
Potencial: aparece cuando existen factores de riesgo (familiaridad, HLA DQ2 Y serología positiva pero sin alteración histológica).
En ocasiones, la EC se relaciona con otras enfermedades generalmente reconocidas como autoinmunes; la sintomatología clínica por la que el paciente consulta suele corresponder a esas afecciones asociadas. Las más frecuentes son: diabetes insulinodependiente, síndrome de Down, déficit selectivo de IgA, tiroiditis, anemia autoinmune, nefropatías (lgA), esclerosis múltiple, etc. Debemos destacar que cuanto antes se diagnostique la enfermedad celíaca y se instituya la dieta 1ibre de gluten, menos probabilidades existen de padecer enfermedades asociadas.